(Riga,
Letonia, 1898 - Moscú, 1948) Director, montador y teórico cinematográfico
soviético. Hijo de padre judío y madre eslava, estudió arquitectura y bellas
artes antes de enrolarse en las milicias populares que participaron en la Revolución
de Octubre.
En el Ejército Rojo entró en contacto con el teatro al
trabajar como responsable de decorados y como director e intérprete de pequeños
espectáculos para la tropa. Su experiencia como director de escena del Teatro
Obrero (1920) lo impulsó a estudiar dirección teatral en la escuela estatal,
donde desarrolló una personal concepción del arte dramático basada en la
yuxtaposición de imágenes de fuerte contenido emocional.
Su primer contacto con el cine fue el rodaje de un
pequeño cortometraje incluido en el montaje de la obra teatral El sabio que
llevaba por título El diario de Glomov. Empezó a interesarse activamente por el
nuevo medio artístico y rodó el largometraje La huelga (1924), con una famosa
secuencia en que utilizó la imagen de ganado sacrificado en el matadero
intercalada con otra de trabajadores fusilados por soldados zaristas.
Alejado ya del Teatro Obrero, recibió el encargo de rodar
una película conmemorativa de la Revolución de 1905 que se convertiría en su
obra más célebre: El acorazado Potemkin (1925). Considerada uno de los mayores
logros del cine mudo, la escena del amotinamiento en el barco y la vertiginosa
escena de acción de la escalinata constituyen hitos decisivos en la
configuración del lenguaje cinematográfico. Inmerso en la redacción de sus
primeros ensayos sobre el montaje de atracción, realizó la genial Octubre
(1927).
El acorazado Potemkin (1925)
Comenzó
entonces a tener serios problemas con la censura soviética, que le llevaron a
firmar un contrato con la Paramount y trasladarse a Estados Unidos. Sin
embargo, no consiguió el permiso de residencia ni poner en marcha ningún
proyecto. Marchó entonces a México, donde rodó el incompleto ¡Que viva México!,
filme en el que ensayó diferentes montajes aproximativos. La Metro adquirió en
una subasta parte de los negativos, que luego utilizó en ¡Viva Villa!, mientras
otra parte pasó al productor Sol Lesser, quien con ellos realizó Tormenta sobre
México. Una amiga del propio Eisenstein, Mary Seaton, utilizó otra parte en la
película Tiempo al sol, de influencia decisiva en el posterior desarrollo del
cine mexicano.
Fotograma de "¡Que viva México!". |
Tras su poco exitosa experiencia como cineasta en el
exilio, decidió regresar a la Unión Soviética. De nuevo tropezó con grandes
dificultades para desarrollar su trabajo; el rodaje de El prado de Bezhin,
basada en un cuento de IvanTurgeniev, fue interrumpido por la censura. Se
dedicó entonces a la redacción de brillantes textos teóricos, mientras
arreciaban los ataques políticos contra su obra y su persona; ataques que no
impidieron que rodase Alexander Nevski (1938), su primera película sonora -con
música de Serguéi Prokófiev-, con la que ganó el Premio Stalin.
Con Iván el Terrible (1942) inició un
ambicioso proyecto biográfico en torno a la figura del zar Iván IV, cuya
estructura original se componía de tres partes; la obra fue interpretada por la
burocracia soviética como una denuncia al culto a la personalidad de Stalin. La
segunda parte del proyecto, La conjura de los boyardos, estuvo prohibida hasta
la muerte del dictador en 1953, cinco años después del
fallecimiento del propio director cinematográfico.
Sergei Eisenstein destacó como extraordinario teórico con
obras como:Teoría y técnica
cinematográfica, La forma en el cine, Reflexiones de un cineasta y La
realización cinematográfica, amén de muchos artículos y ensayos.
Fuente:
http://pequenoscinerastas.wordpress.com/2010/08/30/el-mexico-profundo-en-los-ojos-de-eisenstein/
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