En 1912 presentó su Desnudo bajando una escalera, n. º 2,
obra personalísima en la que aunó elementos cubistas con futuristas y sus
propias inquietudes sobre la representación del movimiento. La pintura fue
rechazada por el Salón de los Independientes y tuvo que esperar un año para ser
expuesta, esta vez en el Armory Show de Nueva York, donde fue recibida con tanto
entusiasmo como sorpresa.
Tras realizar unos pocos cuadros más, abandonó la
pintura, en lo que iba a ser un giro permanente en su trayectoria. En 1913
inició los estudios preparatorios para la obra El gran vidrio, o la novia
desnudada por sus pretendientes, una especie de síntesis entre pintura y
escultura de radical originalidad. Durante esa misma época realizó sus primeros
ready-made, esto es, objetos cualesquiera sometidos a muy escasa y en ocasiones
nula alteración material, elevados a la categoría de arte por la mera voluntad
del artista. Uno de ellos, un orinal firmado con seudónimo que tituló Fuente,
constituye uno de los iconos más significativos del arte del siglo XX.
En 1917 se reencontró en Nueva York con su amigo Francis
Picabia, al que secundó en su tarea de dar a conocer el movimiento dadá en
Estados Unidos, para lo cual participó en la creación de revistas adscritas al
movimiento como 291 o El ciego. Durante buena parte de las décadas de 1920 y
1930 abandonó la práctica artística por la semiprofesional del ajedrez, juego
del que llegó a ser un moderado experto. Desde 1934 estableció fuertes lazos
con el movimiento surrealista, especialmente con Breton, que en 1935 publicó el
primer estudio concienzudo de su obra. Poco a poco, Duchamp fue recluyéndose en
el anonimato con la única compañía de su esposa, Teeny Sattler, con quien había
contraído matrimonio en 1954.
Fuente:
http://www.marcelduchamp.net/
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